Ajedrez… ¿Crisis? ¿Qué crisis?

 

Muchos jugadores de élite han mostrado abiertamente sus opiniones sobre el “status quo” /estado del arte de la fase de la apertura o la repercusión del ordenador en esta fase. Más arriba citamos a Anand, pero hay muchos otros que han expresado su punto de vista y preocupación: Ljubojevic, Grischuk, Mamedyarov, Nakamura. En algunos casos, este problema les ha llevado a sugerir que el ajedrez960 (o ajedrez Fischer-Random, que cubrimos más adelante) sería la posible solución para el futuro. De hecho, una situación menos grave que la actual, ya fue una motivación para el desarrollo del ajedrez960.

Es de destacar, en comparación con otros deportes o disciplinas, que muchos ajedrecistas de élite reconocen esta situación desfavorable para el ajedrez como deporte. El tono general es de resignación, sin embargo. Aparentemente hay poco que se pueda hacer para solucionar el problema.

Se ha mencionado que una de las áreas más prometedoras del ajedrez es el éxito que está teniendo su implantación en la educación infantil, su expansión como deporte competitivo para niños y adolescentes, y el sólido interés de los aficionados. La difusión de las competiciones para niños y adolescentes ha sido un éxito indudable de las federaciones de ajedrez nacionales e internacionales.

Algunos pueden pensar que, teniendo en cuenta que el problema que estamos describiendo afecta solo a los jugadores de ajedrez de alto nivel y a la mayor parte de los jugadores profesionales, (que en términos cuantitativos son solo una pequeña parte de la comunidad ajedrecística ) no es por tanto tan grave. Este punto de vista me parece cuestionable. El éxito del ajedrez se basa en parte en un efecto de “emulación” y admiración que el juego de élite provoca en los espectadores y aficionados. Si el juego de alto nivel pierde lustre, esto terminará afectando a toda la comunidad ajedrecística y al juego mismo. Aparte de esto, los aficionados fuertes también sufren el problema de la fase de apertura en una versión menos extrema que los jugadores de alto nivel.

Además, la preparación de la apertura con ordenador tiene un efecto en los aficionados de todos los niveles, que encuentran en ocasiones que la partida se decide a las pocas jugadas por una preparación específica de su adversario, sin que haya tenido lugar una lucha real en el tablero.

Lo anterior nos aboca al título del presente trabajo: parece implicar que el futuro del ajedrez clásico es todo menos brillante y que el ajedrez está en crisis. Puede parecer que esto ignora el éxito cuantitativo en la extensión de este deporte, el número de jugadores y eventos etc. Sin embargo, creo que la preocupación sobre el futuro del juego es lo que subyace a las preocupaciones de los ajedrecistas de élite, a las que me he referido más arriba.

 

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1 comentario
  1. Miguel Antonio González San Martín
    Miguel Antonio González San Martín Dice:

    Los jugadores de élite son tan pocos que no es motivo de preocupación en el ajedrez del resto del mundo; el que jugamos los demás ¡y a lo mero macho!, sin el soplo de computadores inmensos. Ellos, la élite, los profesionales, sí que necesitan se les introduzca un agregado que les impida salir con variantes cocinadas de antemano por una máquina. Esto tiene un cierto tufito de pillería. Ahí quiero ver a los memoriosos. Y, así, por fin podremos saber quién es el verdadero campeón en cuanto a ingenio y espíritu de lucha, como tiene que ser.

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